De estructura cristalina y rígida, sumado a su transparencia, provoca que la apariencia de la mayoría de diamantes naturales sea clara e incolora.
La presencia de impurezas (aproximadamente una parte por millón) afectar a su color, induciendo tonos de diamante azul, amarillo, marrón, verde, violeta, rosado, negro, naranja o rojo. Los diamantes tienen la habilidad de dispersar luz de diferentes colores, lo que resulta en su lustre característico; a esto se le conoce como dispersión refractiva. Los diamantes cortan el vidrio, pero esto no identifica positivamente a un diamante, debido a que otros materiales, como el cuarzo, también se encuentran sobre el vidrio en la escala de Mohs y también pueden cortar el vidrio. Los diamantes fácilmente rayan a otros diamantes, pero esto daña a ambos diamantes.
Las propiedades que determinan la calidad de un diamante son: la talla, el color, la pureza y el peso en quilates. A estas características también se les denomina como «Las cuatro Cs», Cut, Color, Clarity, y Carat, es decir, Talla, Color, Pureza y Peso en Quilates.